Se comenta que para todo hay un
tiempo en la vida. Yo no soy de esa opinión, porque siempre me falta tiempo.
Sin embargo, a veces tengo algo de tiempo para, con cierta nitidez, elegir una
u otra cosa. Y es así como en vez de irme a Carpio del Rio (qué lugar!!) a
correr y correr, como si no tuviera tiempo que desperdiciar, elegí salir con
dos buenos amigos a cumplir con la nueva profesión de bloguero que me he
impuesto, hacer buenas fotos y hablar, lo que se pueda, mientras subimos mis
puertos preferidos de la sierra madrileña.
El día despierta temprano, por no
variar, el lugar de encuentro es Cercedilla, allí estarán Miguel y Guillermo,
entre otras 1000 personas más, jeje!! Aquello parece la
Gran Vía en una tarde de sábado. Hubo
recuerdos para aquellos que estaban en Carpio y para los que estaban en La Imperial , pero sobretodo
para los afortunados de la Euskadi Extrem ,
este año la iban a disfrutar enormemente, aunque como bien decía Guillermo, el
barro también tiene su encanto.
Guillermo aparece con el mando de
la suspensión bloqueado, primera dificultad del día. Al final, un poco de aquí,
un poco de allá y plas!! arreglado (nota: si a alguien le pasa que pregunté por
mi, cobro barato, jeje!!) Bueno… empezamos!! La subida a la Fuenfría por el camino
(viniendo de Los Molinos a la izquierda) es relativamente fácil e invita a
hablar, sin embargo siempre hay un repecho lleno de raíces, y siempre tiene que
haber un listo que intenta subirlo por el lado que no es, y esta vez mi
zona tibial (la del listo) lleva un bonito recuerdo impreso en forma de pedal.
Hablamos sobre la vida y la muerte, y la estrecha línea que las une, sin adornos ni florituras. Sacamos mi cámara y nos hacemos la primera foto Bloguer,
jeje!!
Empezamos la ascensión al alto de
la Fuenfría
por la carretera de la
República entre cartuchos de tinta de impresora y cámaras de vídeo del
Deal Extreme, para pasar a hablar de mi monotema, la educación madrileña,
aunque gracias a este par de pillos, rápidamente fue redirigido a competiciones
y bicicletas. Desde allí y siguiendo las flechas amarillas del Camino de
Santiago llegamos a Fuente la
Reina , bajando por un camino inédito para mi y que Miguel nos
guió con gracilidad, jeje!! Repusimos los pocos líquidos gastados, porque
aunque sin frío, el fresco serrano se hacía notar y la verdad tampoco habíamos
gastado tanto, aunque si fuera por la lengua…
En fin, seguimos ruta bajando
hasta cortar el camino que sube desde Valsain hasta el embalse de Revenga,
encontrándonos con un bonito pasadizo de árboles recién cortados.
Abandonamos el camino y giramos a
la derecha para afrontar el sendero que nos llevará al embalse, llegando a la
primera de las 1000 vallas que tendremos que abrir en este día.
Continuamos el descenso, y
giramos bruscamente para adentrarnos de lleno a una trialera que nos depositará
en el parking del embalse, no sin antes ver un cervatillo. Llegados al embalse
continuamos por el puente que ninguno de nosotros se atreve a saltar, dado que
tenemos cierto aprecio a nuestras bicis, cuerpos y sobre todo a nuestras super-ruedas
ultra ligeras, jeje!! Comienza una subida por camino de piedras “moviditas” que
pasamos sin muchos problemas, pero que nos lleva al “extrarepecho” del dia. Una
subida en la que la bici casi vuelca hacia atrás, jeje!! pero que algunos, y
sólo algunos, ejem!! ejem!! suben sin problemas, mientras otrossssss se van
hacia la derecha evitando así que el corazón suba de revoluciones.
Es en este punto donde se entra
en un falso llano que se hace un poco extraño, ya que el suelo que pisamos, es
una especie de césped seco, que impide que nuestras bicis se muevan con cierta
agilidad. Es por eso que en el especial argot de Miguel este suelo recibe el
nombre de Velcro, jeje!! Sin embargo, la vista que teníamos a nuestra izquierda
era meritoria de una foto. Estamos en la cara norte de la sierra, hemos pasado
al lado segoviano y desde aquí se puede observar perfectamente la silueta de
“la mujer muerta”.
Seguimos ascendiendo por el
llano, y yo me pregunto, ¿esto se puede hacer (ascender un llano)?, no sé pero el caso es que
subimos. Por el camino se cruzó un zorro, hoy tenemos el día de los animalitos,
¿será que está de Dios?. Y por fin llegamos a la fuente de “Paco”, repleta de
caballos correteando de un lado para otro, uhmm!! cuanto habría disfrutado
Ramón. Allí descubro que mi superbocata de ruta de amigos, compuesto de
membrillo con jamón serrano acaba de reventarse en mi maillot, poniendo el
móvil perdidito de membrillo (con él hacía las fotos), tantas señales divinas
tenían que significar algo, jeje!!. Me tomé cierto tiempo para limpiarle, a
lametazos, por supuesto, y aunque me esforcé, mi lengua no está preparada para
ciertos menesteres. Aunque finalmente el resultado fue aceptable en cuanto al
objetivo se refiere, cada vez que tocaba el móvil se me pegaba el guante.
Después de la detallada
explicación sobre “Street Marketing” de Guillermo, enfilamos el segundo puerto
serio del día: Pasapán. Un puerto que se sube bien pero que tiene fuertes
repechos. No obstante nos mantuvimos juntos y seguimos hablando de nuestras
cosas como cotorras sin prisa. Esta vez tocó hablar de la próxima ruta que realizaremos a la Sierra de Cazorla. Sin embargo, Miguel se empezó a descolgar,
momento en el cual le recordé que el alpinismo le mermaba sus fuerzas
bicicleteras, le comenté que era una
lástima que no tuviera la cuerda de escalada para poder remolcarle, jeje!!
Ahora bien, se encargó de recordarme que ya le pediría yo la cuerda a él cuando
estemos en la Chamonix- Zermat , que mamón gracioso!! Entre sonrisas y conversaciones se nos pasa
el puerto empezando la bajada que nos llevará al embalse del Vado de las
Cabras.
La bajada, para quien no la
conozca, tiene su encanto. Tiene mucha pendiente y en estos momentos el campo
está demasiado seco, lo que hace que las piedras se muevan con facilidad y que
la tierra se convierta en una superficie donde la rueda trasera derrapa con
lujuria J
Sin embargo, nosotros, chicos avezados en estas lides, bajamos sin ninguna dificultad, aunque con el culito bien fuera.
Giro a la izquierda y a buscar la
subida por Marichiva, último rescoldo de la mañana. Mientras aprovecho para
hacer unas fotillos de los compañeros. La verdad es que esta profesión de
bloguero empieza a cansarme.
Llegamos a la desviación de
Marichiva y comenzamos la ascensión, rápidamente me doy cuenta de que faltan
piedras en el camino, de que las raíces han desaparecido, de que el camino es
más ancho, de que faltan árboles, de que han quitado las roderas…Sres. les presento
la ecología madrileña en acción!! No quiero comentar más al respecto.
Subido Marichiva, sin bajar de la
bici (¡!sin raíces ni piedras es fácil!! ) llegamos al cruce con la carretera
de la República
La bajada fue lenta y tranquila,
salvo un calentón en la pequeña subida que hay hacia el Mirador de Vicente Aleixandre (si es que Guillermo me provocó, yo no quería, jeje!!)
Saludos pa´tos
Tony
Muy buena Tony!! Muchas gracias por el arreglo del bloqueo, la ruta, la compañia, el reportaje fotografico, la cronica, el blog...
ResponderEliminarSiempre un placer compartir esos momentos contigo!!
Saludos y nos vemos en la proxima.
PD: Animaros a Cazorla
Ya era hora!!!! por fin te has animado a preparar un blog... estupendo el trabajo de recopilacion de post antiguos...
ResponderEliminarBuen relato... ya sabia yo que tienes madera de bloguero... Añado tu blog a mi lista de blogs a seguir de cerca...
Un saludo. JoseLuis.
Gracias por los comentarios !! Ya sabéis que para un neofito como yo cualquier ayuda es buena.
ResponderEliminarSaludos pa´tos
Cómo molan estas rutas, y qué voy a decir de la zona, de lo mejor de la zona de Guadarrama y si es en tu compañía, pues qué te voy a contar, jajaja. Grande Tony, y ahora con cámara de fotos, espectacular... A ver cuando salgo en tu blog, que me tienes olvidado, jajaja!!!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.