LA CADENA MALDITA (SIERRA NORTE)


Las diez de la mañana…se veían los primeros despistaos que andaban por La Cabrera. Algunos miraban mi dorsal y después a mí, como si esperaran de un momento a otro a un gran pelotón ciclista que me pasaría irremediablemente. Sin embargo, yo sabía que eso no ocurriría, estaba solo, con pedalada suave, cuidando que no ocurriera nada más. 

Las 8:45, la salida está concurrida, empieza la carrera. Poco a poco recupero posiciones debo estar entre los 100 primeros, jeje!!, primer estrechamiento del camino, se oyen los primeros gritos de lamento que hacen despertar la sonrisa que a estas horas de la mañana tanto cuesta. El pulso no baja de 155 y mi pedalada es irregular, ahora freno, ahora empujo, adelantamiento explosivo, hay que alcanzar la cabeza de pelotón cuanto antes. En el kilómetro 5 empiezan las primeras dificultades técnicas y hay que llegar lo más solo posible. 

Siento que el cambio salta de marchas pero no es hora de parar, en movimiento doy dos vueltas al tensor de la maneta y a seguir. La cadena es reciclada de un mal montaje que realicé hace un año pero está perfecta y los piñones, platos, bielas y cazoletas están recién cambiados, junto con el cable del cambio y su camisa. Vamos todo a estrenar, un pequeño mal ajuste que soluciono en cuestión de segundos y sin parar. 

Alguien pregunta: eres Tony?, me vuelvo y contesto que si, ahhh!! Los colegas de Galan, un día salí a montar con ellos, buena gente, les informo de que tienen que correr un poco más al principio, que se relajen luego, así evitarán posibles caídas. Cuestón y plato pequeño para terminar la charla. De repente alguien me toca la espalda y como una exhalación, Pablo, mi compi de aventuras me pasa. Jaja!! Estoy en forma, no será tan fácil, mi rueda se metió detrás de la suya, subidas, bajadas, llanos, de vez en cuando se iba, de vez en cuando tenía que frenar, parecía que iríamos juntos todo el camino. El año pasado llegué un poco antes que él, pero eso sí, tuvo que reparar un pinchazo y evidentemente perdió un tiempo precioso. Sin embargo este año viene de la Salzak y sin ninguna duda motivado y claramente en forma. Ahora bien, yo estaba rodando a 150-153, buen ritmo de carrera que puedo aguantar muchísimo tiempo, no le iba a resultar fácil, y desde luego que los de delante empiecen a temblar, por que el año pasado llegué el 30 y este año hay que mejorar, jeje!! 

Y pensando, pensando llegamos a una cuestecilla donde se impone el plato pequeño,  y patapuff!! La cadena se sale. Me cago en tó!! Como es posible, Pablo se aleja, rápido, rápido, meto la cadena, cambio plato, y otra vez. Ahora a recuperar, tengo cuatro que recuperar. Primera bajada técnica y el de delante sale de orejas, en el afán de evitarle, termino en el suelo con la rodilla sangrando. No ha sido nada, monto, bajo piñones y el diablo se metió en mi cuerpo. Ya veo a Pablo le tengo a tiro, he tenido que hacer un esfuerzo para poder darle la visual pero esa rueda no se puede perder, es sin ninguna duda, rueda ganadora. 


Estamos cerca del primer avituallamiento, cambio de rasante y subidita hasta la carretera, pero…uffff!! Ahhhh!! Plas!! al suelo! He dado unas pedaladas en falso y no he podido sacar los pies de la cala, qué pasa ahora?? La cadena se ha roto!! No me lo puedo creer!! Me voy a un lateral, saco el troncha recupero la cadena que estaba junto a mi bici y la troncho un par de eslabones. Me acuerdo de la cadena reutilizada, ¿Por qué lo haría??, ayer no me dio tiempo a revisar la bici, buena costumbre que no se debe olvidar, ¡no puede ser!, ¡no puede ser! Me pasa Agus: todo bien Tony?? Si sin problemas ahora te pillo!!! Terminé!! Monto de nuevo en mi 8500 sin ni siquiera ajustar el cambio, ¡ya lo haré sobre la marcha!! He tardado tres o cuatro minutos, posiblemente Pablo sea inalcanzable, pero Agus puede hacerme de puente. Empiezo a subir la cuestecilla que me llevará al avituallamiento y plas!! pedalada en falso, nueva rotura de la cadena. ¡Ganas de llorar!! No me podía estar pasando esto a mi!! ¡no me jodas!!  Las prisas me hicieron colocar mal el bulón de la cadena y, la cadena se abrió de nuevo con la mala suerte de que se deformó uno de los eslabones, tenía que volver a tronchar 2 eslabones más. ¿Qué se va a hacer? Manos a la obra. Pasan los colegas de Galán y Ramón Peña (grandioso), que quieren echar una mano y les digo que tiren, que no hay problema, medio club de Mammoth pasan brindando su ayuda pero no tiene sentido que paren. Esta vez, troncho la cadena con delicadeza pensando que Pablo es historia y desde luego alcanzar el tiempo del año pasado también. Termino la obra y monto en la bici, subo la famosa cuesta y finalmente llego al avituallamiento. Sin parar, paso como una exhalación, pero en la primera curva que me exige un cambio de marcha rápido me doy cuenta de que algo no va bien, me vuelvo a bajar y, claro!! la cadena está excesivamente tensa. No funciona correctamente el cambio, todo va forzado, la única solución es bajar a plato pequeño y funcionar así toda la marcha, o bien ir a piñón fijo. Parado, mirando, a un lado el camino serpenteante, y al otro el pico de la Miel, la carretera hacia el camino de regreso. Esto no tiene sentido, seguir implicaría una posible rotura de cadena más adelante (estoy en el Km 20) y tener que ir con piñón fijo o caminar desde donde te pille al punto de control más cercano, abandonar significa una tarea desagradable, injusta. De repente se cruzan imágenes del Soplao, yo casi delirante y sin abandonar, dolores inmensos y sin abandonar, y ahora una cadena me hace abandonar, esto es el colmo, esto es… no tengo palabras para expresar lo tonto que se puede llegar a sentir uno cuando sabes que tienes que abandonar por un problema mecánico que has causado tú y además por dos veces.

Volví al avituallamiento donde, de nuevo una voz de asombro, me pregunta: ¿Tony, tú por aquí?, efectivamente Rubén, yo por aquí. Que desanimo!!, la primera vez que mi querida Trek 8500 me deja solo ante el peligro, pero no fue culpa suya.

Y es así como llegué a La Cabrera, con la cabeza agachada, pedaleada suave para no romper de nuevo la cadena y llegar a El Berrueco, donde sin mirar en exceso monté a mi amiga en el coche y me vine a Madrid pensando que aunque injusto por mi estado de forma, fue justo por mi desorganización.

Espero que Pablo y los demás cumplieran su objetivo, yo ahora estoy en casita escribiendo esto y pensando que en la próxima no me pillais, jeje!!

2 comentarios:

  1. Bueno me inicio en este espacio que creo que inauguro yo. No podía ser de otra forma.
    Lo primero que te tengo que decir es que si me haces esto en los 88 no tienes sierra para correr, jajaajaja...
    Lo segundo, es que a unos nos pasa unas veces y a otros otras, lo duro es que te obligen a abandonar. Un pinchazo, una caída tonta te hacen perder tiempo, pero una rotura, que digo una doble rotura te pone mirando para casa.
    Se que estabas en forma y que me hubieras hecho sombra toda la mañana, jajaja... hubiera estado bien entrar juntos en meta.

    Amigo, un abrazo, muchos ánimos y una casi promesa: Nos veremos en 2012 en la Tracks del Diable...

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  2. Oye!! que ilusión esto del blog, jeje!! Ahora soy biker y bloguero :-)
    Bueno lo de la Sierra Norte, una pena, pero mejor esto que una caída. En cuanto a lo de la Tracks del Diable, ya no te escapas, no haberlo escrito, ;.)

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